Cuando Jorge Rial les comunicó que era el “Pelado” quien debía retirarse del juego, la casa se paralizó. Fue como un baldazo de agua saber que el personaje más “seguro de sí mismo” debía abandonar el juego. Alan intentó disimular su mal estar pero no lo consiguió.
Sus compañeros más “afines” lo acompañaron hasta la habitación a buscar sus cosas para retirarse y allí el mental jugador aprovechó para aconsejarlos diciendo: “no bajen los brazos, hay que pelear. Lúchenla”. Así dejó claro que a partir de ahora el juego se convierte en una pelea. Mientras tanto, Andrea festejaba su triunfo junto al resto de los “atunes”.
Una vez en la sala, Alan aprovechó para decirles unas palabras a cada uno de sus compañeros “bananeros” y salió rumbo a la puerta de salida. A Mariano Peluffo le dijo que tenía: “muchos sentimientos encontrados” luego saludó a sus hermanos que lo esperaban en la tribuna.
Jorge Rial lo recibió con un gran abrazo. Luego de saludar a sus familiares y ex compañeros le dijo al conductor: “es un juego difícil, con muchas betas. Allí todo se potencia y cualquier cosa puede ser motivo de discusión”. Dijo que estaba seguro de que se iba a ir del juego y que no se arrepiente de haber utilizado el “don” como lo hizo.