Todo de inició cuando tres delincuentes, provistos de armas de fuego, se introdujeron en la vivienda y redujeron a la mujer y a su hijo Guillermo Revolea, de 44 años, a quienes les exigieron la entrega de 80 mil pesos.
Sin embargo, los moradores negaron tener esa suma, por lo que los ladrones, tras proferir varias amenazas, se conformaron con 1.500 pesos, una notebook, dos pares de zapatillas, una pistola Bersa calibre 22 y algunos celulares.
Los delincuentes escaparon con el botín y la dueña de casa murió, tras sufrir una descompensación causada por la dura situación que le tocó vivir.
Según se supo, los investigadores sospechan que la violenta situación se originó en un dato erróneo sobre la existencia de una importante suma de dinero, con el que habrñian contado los asaltantes.