Había nacido el 6 de agosto de 1923 en Junín, y tras su debut en 1939, con el seudónimo de Julio Arispe –su apellido era Harispe- cantando en el cine-teatro Magazzine, de Munro, acompañado por los guitarristas Hernández y Vega, como parte de un programa en donde también tocó la Orquesta Típica Salmavide, supo construir una brillante carrera que lo llevaría a ser un reconocido referente del panorama tanguero de la década del 40.
Su primera experiencia como cantor de orquesta la tuvo en 1941 en la Típica de Juan Giordano. Dos años más tarde y por sugerencia del glosista Néstor Rodi, adoptó el nombre artístico de “Julio Martel” y debutó con Alfredo De Ángelis en el café Marzzoto, de la avenida Corrientes, con el tango No creas.
Martel dejó junto a De Ángelis más de sesenta temas grabados, todos para el sello Odeón, entre los que pueden destacarse Qué buena es (su primera grabación), Va llegando gente al baile, Ivón, El mayoral del tranvía, La vida me engañó, Chorra, La novia ausente, Altar sin luz, Por eso grito, Hoy al recordarla, Rosicler, Jirón porteño, El ciruja, Atenti pebeta y por último, en 1950, Tus palabras y la noche, tema con el cual se despidió de este conjunto.
En su momento de mayor fama, fue protagonista de la película El ídolo del tango, dirigida por Héctor A. Canziani (1949), junto a Graciela Lecube, Héctor Ferraro, Mará Esther Buschiazzo, Gloria Ramírez, Manolita Serra, Héctor Gagliardi y las orquestas de Maderna, Federico, Alemán, Barbará y Héctor y su Jazz.
Su éxito no se circunscribió al país, sino que triunfó en Chile, Uruguay y especialmente Colombia, donde grabó un tango propio: Se dio mala, escrito en colaboración con Pedro Galleli. Tras su regreso de Colombia cumplió con los compromisos radiofónicos que tenía contraídos y abandonó toda actividad artística. Su última actuación registrada fue en el club Santa Elena, de Luján, a finales de 1959.
El Municipio homenajeó en vida a Martel, instituyéndole su nombre a la plazoleta ubicada entre las calles Vélez Sarsfield, Fleming y Carlos Calvo, en su querida localidad de Munro, y nombrándolo como Vecino Ilustre del partido. También aportó su experiencia artística estando al frente del Centro Cultural Municipal Munro, desde donde programó una rica actividad para beneplácito de todos los vecinos del populoso barrio