En este espacio formado por peronistas y radiales K que denominaron “La Concertación”, el primero en hablar fue Cobos quien destacó los logros que se realizaron durante la presidencia de Kirchner como el aumento de a los jubilados, la inclusión social en el trabajo y la educación.
Además, acentuó el crecimiento de la industria y el rol del gobierno como ente regulador. Señaló que éste es un proceso de “cambio y continuidad” y que “es el momento de Cristina, de una bisagra en la historia Argentina”.
Por último invitó a la multitud que elijan la boleta Cristina - Cobos, la depositen en la urna y voten, repitió nuevamente, por “el cambio y la continuidad “.
Cristina, previo a una ovación por parte de todo el Luna Park y acompañado por el canto “se siente, se siente Cristina presidente” al que la senadora paró en seco alejando que es “presidenta, y agregó: estamos muy acostumbrados a los hombres, es la hora de las mujeres”.
Tras la corrección, comenzó apuntando que “cuando me preguntaban que era la Concertación, del cual no es un ejercicio de política optimista – en clara referencia a la Alianza – respondí que es el resultado de una reflexión de las cosas que nos pasaron y de aquellas que nos pasa”.
A lo largo de su discurso destacó las cualidades de la mujer “que sabe ver más allá de los acontecimiento que ocurren”, la “dignidad, la justicia y la memoria de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”, quienes estuvieron presentes como así también evocó la figuras de Juan Domingo Perón, Ricardo Balbín y varios dirigente de ambas extracciones políticas.
De aquellos que acusan a éste movimiento piezas de Kirchner por su esposa para que acceda a la Casa Rosada como de hegemónico, Cristina dijo que los que afirman esto tienen “una visión de banalidad e individualismo, y solo son mediáticos y no reconocen la realidad”, y agregó que a diferencia de esas críticas la Concertación va en pos de “profundizar la democracia y hacer un país federal y plural”.
Luego, dirigiéndose al presidente remarcó que “ese hombre que está allí sentado decidió producir un cambio que es gobernar y gestionar para todos los argentinos, para que todos estemos mejor, y no dar por su color partidario sino por sus necesidades”.
Dijo que tras la crisis de 2001 se “volvió a reconstruir un sistema político amplio, plural y federal. Eso es la Concertación”, subrayó y llamó a crear “una bisagra entre la UCR y el peronismo”.
“No es un proyecto individual de Cristina, sino de los argentinos. Asumir las equivocaciones no es un acto de auto flagelación, sino una obligación. Aunemos los esfuerzos y lograremos la Argentina que queremos”, finalizó.
Desde aquel día en el que el juego era “pingüino o pinguina” llegó el día de la presentación de la formula Fernández – Cobos, que fue muy distinta de aquella que Cristina realizó, a solas, en el teatro Argentino de la ciudad de La Plata en julio pasado a éste de bombos, cánticos, algún que otro silbido que se entremezclaba con aplausos, un escenario con las gigantografías del gobernador y la senadora presentándose como la continuidad de un modelo político que por el momento no supo resolver la aparición de una valija con 790 mil dólares.
Luis Viviant
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