Los voceros policiales indicaron que la detención -la octava en la causa-, fue concretada por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín en un casa situada Ada Elflein 480, de José León Suárez.
Fuentes de la investigación revelaron a Télam que el mayor de los Badaracco fue introducido en la causa por su propio hermano Darío, en declaraciones testimoniales que prestó en el expediente antes de que sea detenido.
En la última testimonial que dio el 27 de abril por la mañana, horas antes de que en su casa los perros detectaran el cuerpo de Araceli, Gastón Badaracco contó que aquella madrugada del 2 de abril, la última vez que se vio con vida a la víctima, su hermano pasó por la plaza de la esquina de Alfonsina Storni y 9 de Julio donde todos estuvieron con consumiendo drogas.
En esa declaración -a la que tuvo acceso Télam-, el menor de los Badaracco dijo que Hernán permaneció en la reunión “aproximadamente veinte minutos” hasta que “no quedaba más nada para consumir”, comentó que entre Araceli y su hermano “casi no hablaron más que un saludo” porque “no se conocían de antes” y que sólo lo hicieron “de marihuana y las flores de marihuana”.
Hernán Badaracco se transformó en el octavo detenido en la causa y quedó detenido a disposición de la fiscal Graciela López Pereyra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de San Martín, quien lo indagará en las próximas horas.
Araceli fue vista por última vez la madrugada del 2 de abril pasado y su cuerpo fue hallado el jueves último debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco, en Alfonsina Storni 4477 de José León Suárez.
Ese mismo día fueron detenidos por el homicidio Carlos Damián Alberto Cassalz (34), dueño del corralón donde trabajaba Badaracco; los hermanos Jonathan (29) y Emanuel (25) Ávalos y Marcos Ibarra (32), mientras que a Hugo Martín Cabañas (46) y Marcelo Ezequiel Escobedo (37) los apresaron por "encubrimiento".
Mientras que Badaracco escapó la misma tarde del hallazgo del cuerpo pero fue detenido la noche del viernes en el Bajo Flores porteño.