El magistrado entendió que la mujer pudo haber errado la cabina por la que debía pasar porque “no existe la certeza de que la señalización respectiva se encuentre ubicada con la anticipación necesaria para brindar la posibilidad de adoptar otro carril para el pago”.
La imputada declaró en el juicio que “no vio señalización alguna” que le indicara por dónde debía ir, lo que motivó su yerro ya que no es usuaria habitual de la autopista Illia.
Por la infracción, la mujer recibió una multa “de casi dos mil pesos”.
El juez determinó que “existiría una duda razonable en cuanto a la existencia de una debida señalización respecto de la existencia del carril exclusivo para vehículos que poseen telepeaje”.
“No es sino una vez que los conductores están ya circulando por dicho carril, que se encuentran con la posibilidad de tomar por otro que posea cabinas para abonar el peaje manualmente”, añadió.