En principio, si no logran regularizar la situación con sus jugadores, estos clubes quedarían inhabilitados para utilizar sus refuerzos cuando se inicie el certamen, el próximo 18 de agosto.
La deuda con los jugadores, según le detalló Marchi a “Chiqui” Tapia, se mantiene en 500 millones de pesos, similar a lo que denunció a principio de 2017, cuando el reinicio del fútbol luego del receso de verano, se pospuso un mes.