Fuentes de la industria destacaron que el sector de las bebidas sin alcohol representa 0,5 por ciento del PIB y emplea a casi 26.700 personas, consolidándose como un sector importante en la generación de valor agregado.
Para la industria, el aumento en la alícuota nominal de impuestos internos de 8 a 20% como señalan las versiones implicaría un fuerte impacto sobre el sector de bebidas, con una caída superior al 9% en la actividad y la consiguiente pérdida de fuentes de trabajo, a la vez que tendría un bajo impacto recaudatorio.
Fuentes del sector advirtieron que los impuestos internos son una herramienta fiscal distorsiva, que por su diseño afecta los precios y tiene impacto directo en las decisiones de consumo.
En términos de empleo, el efecto total estimado rondaría la pérdida de más de 7.000 empleos registrados. “Se estima que por cada $1.000 millones de recaudación se pierden casi 1.300 puestos de trabajo registrados”, se estimó en un paper reservado que circuló entre los principales directivos del sector.
Para la industria, el monto que el Estado podría obtener con el aumento que planea el Gobierno se podría conseguir simplemente combatiendo la importante informalidad existente la cadena de elaboración de las bebidas sin alcohol.
La evasión en la cadena alcanzó el año pasado $ 861 millones para los Impuestos Internos y $ 5.321 millones para el IVA, lo que resulta en un total cercano a los $6.182 millones, es decir, un 0,3% de la recaudación tributaria total.
La industria considera que es preciso diseñar medidas que permitan recuperar los ingresos perdidos por parte de los entes recaudadores, y entre las medidas a las que les asignan mayor impacto se ubica la nominación del conjunto de productores como agentes recaudatorios.
“Esto reforzaría la recaudación del IVA en la etapa comercial, compuesta por miles de agentes atomizados”, señalan desde el sector.
A la vez, se debería reforzar la fiscalización sobre la cadena con inspecciones in situ y cruzamiento de datos y aumentar la rigurosidad del control de las declaraciones juradas de impuestos internos.
“En un largo plazo, el control físico de la producción, incorporando caudalímetros, mejoraría la trazabilidad de la cadena”, sostienen.
Los socios de CADIBSA, la cámara argentina que agrupa a la industria de bebidas sin alcohol, contribuyen a las arcas públicas como sujetos imponibles, a la vez que actúan como agentes de recaudación, situación que los posiciona como socios del fisco al momento de recaudar, pero que para la industria vulnera su posición competitiva frente a otros productores que no lo son.