En el corto tiempo, Massa estará abocado a la actividad privada: abrirá un estudio de abogados en Tigre y continuará trabajando junto al ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, quien tiene una consultora de seguridad.
Pero en el largo plazo, según indicaron fuentes del Frente Renovador a NA, el ex candidato a senador nacional hablará “con todos” para no perder lugar y trabajará para volver a posicionarse como una figura relevante de cara a las presidenciales de 2019, nutriendo sus bases en todo el país.
Si bien en la Cámara de Diputados el interbloque Unidos por una Nueva Argentina (UNA), que responde al tigrense, cuenta con apenas 17 legisladores, el massismo cree que va a poder acercarse a otros sectores del PJ.
Algunos de los integrantes de esa bancada sostienen que los cambios en ese sentido empezarán en marzo próximo, aunque Massa se muestra más cauteloso.
Las fuentes consultadas aseguraron a NA que “el objetivo es el 2019” y, durante un brindis de fin de año con dirigentes de su espacio, Massa habló de convocar a “los que están en otros lugares” pero “piensan parecido”, a fin de “construir una fuerza mayoritaria”.
Entre otros, Massa mantiene contacto con el presidente del PJ bonaerense e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, que estaría buscando una foto con todos los dirigentes no alineados con la ex presidenta en la cual no estaría Massa pero posiblemente sí algún dirigente de su entorno.
El líder del Frente Renovador está convencido de que es el único que puede hacerle frente al oficialismo, más allá de la ex presidenta Cristina Kirchner, con quien aún no tiene puntos de encuentro a pesar del reciente llamado de la ex mandataria a formar un frente opositor “amplio y generoso” con miras a las presidenciales de 2019.
Para el massismo, Cristina y La Cámpora son “la piedra en el zapato” y el límite para un acuerdo de unidad, aunque aceptan que no obstante “se puede conversar” con muchos de los que hoy integran el Frente para la Victoria.