El puente Sacriste fue transformándose con el paso del tiempo y modificándose según las tecnologías disponibles de cada época. En principio, se construyó de madera y en 1876 pasó al hierro, para luego pasar en 1940 a la actual estructura de hormigón armado.
En este caso, el plan de renovación conserva la estructura icónica de hormigonado y se complementa con un barandal transparente y un mejor alumbrado para su embellecimiento.
La obra consiste en la ampliación de la senda peatonal con mayor capacidad y cruces delimitados y la realización de una instalación exterior transparente. Además un incremento de iluminación con las clásicas farolas, para mayor visibilidad y revalorización de este ícono de la ciudad.
El Puente Sacriste une ambas márgenes del Río Tigre a la altura de la Avenida Cazón y avenida Libertador San Martín, se destaca por ser uno de los puntos de atracción para los visitantes, como postal del río y sus embarcaciones.
Para atender inquietudes de vecinos respecto de su conservación, se resolvió realizar el traslado de la baranda existente hacia el cordón, para continuar con su tradicional atracción y beneficiar además, el tránsito de vehículos y peatones.