El clima depende de un gran número de factores que interactúan entre sí. Uno de esos factores es la actividad humana; por ejemplo, las grandes concentraciones urbanas generan cambios en la temperatura y en la humedad.
Si bien recién en 1995 los científicos expusieron que “el balance de las evidencias (del cambio climático) sugiere que hay una influencia humana discernible en el clima global”, ya en 1896, el premio Nobel de química Svante August Arrhenius advirtió sobre el aumento en la concentración de CO2 debido a la quema de combustibles fósiles y su consecuencia en el equilibrio termodinámico de la Tierra.
La crisis ambiental es global, pero tiene distintas intensidades según el grupo social y el lugar donde se viva. Es el mayor desafío que enfrentamos los humanos en este nuevo siglo; así lo dijo Ban Ki-moon: “es el desafío definitivo de nuestra era”.
Este proceso que atenta contra la vida en el planeta Tierra, se vino generando desde la implantación de una economía que hizo abuso de los recursos (bienes) naturales y que, aún hoy, con todas las evidencias (desastres naturales) y todas las advertencias (científicas, de premios Nobel, de ambientalistas, etc.) existentes, no encuentra suficiente eco en los decisores políticos para poner un fin a ciertas prácticas destructivas.
Así como afecta los ecosistemas naturales, también produce impactos sociales, políticos y económicos a nivel mundial. El aumento del nivel del mar ha provocado la relocalización de habitantes de pequeñas islas del Pacífico; el aumento de las temperaturas en zonas ya cálidas, desembocó en procesos de desertificación y, por lo tanto, migraciones en masa; largos períodos de sequía afectan la salud de niños y ancianos, fundamentalmente; el calentamiento de los mares provoca pérdida de biodiversidad; etc.
La falta de acciones conjuntas y coordinadas entre regiones e, incluso, a nivel global puede llevar a una situación de riesgo extremo para la humanidad y a la pérdida masiva de especies, ecosistemas y medios que garanticen la vida.
Es necesario informarse sobre las causas del cambio climático: si la quema de combustibles fósiles genera gases de efecto invernadero, también la crianza de millones de animales genera toneladas de gas metano y la destrucción de bosques y el cambio en el uso del suelo provocan, ya sea inundaciones que lavan las tierras, ya sean sequías que transforman llanuras fértiles en espacios estériles.
Las malas prácticas de los países industrializados, ahora impuestas en nuestro continente, deben ser revertidas para evitar males mayores. Al mismo tiempo, la urbanización excesiva debe ser desalentada, pues la concentración de cemento aumenta la concentración del calor.
Como se advierte por su complejidad y urgencia, es necesario tener información y formación sobre el tema, por lo cual todos aquellos interesados podrán acceder a un primer nivel de formación en el curso-taller que se dictará, de manera gratuita, en el Club Tigre Juniors a partir del sábado 31 de marzo, de 14.00 a 17.30hs. Para compartir debates, experiencias y actividades, el Lic. Guillermo Villate coordinará, por segunda vez, el curso diseñado por Naciones Unidas, que se encuentra en la plataforma digital WWW.UNCCLEARN.ORG, a donde se accederá para obtener la certificación correspondiente. Para mayor información contactarse a cambioclimcurso@gmail.com o ingresar al Facebook del Club Tigre Juniors.