El incidente se produjo siete días atrás en la intersección de Ávalos y Ricardo Gutiérrez, en la localidad de Munro, cuando el tráfico se encontraba interrumpido mientras operarios con una camioneta grúa instalaban luminarias led.
Tras discutir con el chofer del camión, en forma intempestiva, Hernán, que circulaba con una camioneta Chrysler Cruise, decidió subirse al primer de los vehículos y correrlo sin notar que un operario se encontraba en el elevador realizando trabajos en los cables del tendido aéreo.
Hernán siguió su camino, a pesar de que una vecina intentó detenerlo y el operario sufrió graves heridas, por lo que fue internado.
“A pesar de que acá los derechos más simples de las personas se avasallan no se soluciona nada con hacer lo que hice yo”, advirtió el hombre que fue imputado por “lesiones, daño y hurto”.
El hombre estuvo preso por 48 horas y después fue liberado, aunque sigue ligado a la causa.
Al intentar explicar la situación, Hernán sostuvo que tenía prisa porque su hija de tres años se encontraba en período de adaptación en el jardín, situación que obliga habitualmente a los padres a hacer una especie de guardia en las afueras del establecimiento.
“Esperé un tiempo prudencial de unos cinco minutos, empezamos a tocar bocina y como no hacían caso, me bajé para hablar con el chofer y pedirlo que corra el camión. Me habló de mala manera y me dijo que iba a tardar lo que tenía que tardar”, contó.
Fue entonces cuando se subió al camión y lo movió unos metros con la intención de llevarlo a la esquina y permitir el paso de los demás vehículos.
“Nunca me enteré que había un operario en la grúa. Recién lo supe cuando la policía fue a mi casa, a las cuatro horas”, contó.
El hombre estuvo detenido por 48 horas en los que asegura que estuvo “durmiendo en el piso, al lado del orín y las heces”, pero admitió su culpa.
“Estuve mal y tengo que pagar”, expresó el hombre, que aseguró que nunca había tenido hasta el momento ningún problema judicial.