Desde la Asociación Civil Luchemos por la Vida alertaron que en la Ciudad de Buenos Aires hay unas 186 mil personas cada día usando un celular mientras circulan por la calle.
“Se trata de conductores y peatones que cruzan las calles. La distracción, al volante o a pie, agrega más peligro al tránsito cotidiano”, expresaron desde la entidad que conduce Alberto Silveira.
De hecho, un 13,3% del total de conductores utiliza el celular a bordo del auto, más del triple que el 4,1% que lo hacía hace 10 años. En cuanto a los peatones que cruzan la calle, el número asciende al 15,1%, muy superior al 4,3% registrado en 2007.
“Hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que nuestro cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla o mensajea por celular, aún con el sistema de manos libres”, explicaron desde la Asociación Civil.
Sobre los peligros entre los choferes, resaltaron: “Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular”.
“Para los peatones, el problema real principal parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores. Y en el tránsito caótico de nuestro país, este nuevo hábito compartido por peatones y conductores no hace más que empeorar la seguridad de todos en la vía pública”, apuntaron desde Luchemos.
Y lamentaron que la gente lo hace “simultáneamente y constantemente, pese a la expresa prohibición de los artículos 5.2.4, ‘E' de la Ley 2148 y 6.1.26 de la Ley 451 de la Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente descuento de 5 puntos de la licencia y del art. 48, inc. X de la Ley Nacional de Tránsito 24.449”.
Entre los efectos que puede causar usar el teléfono mientras se maneja, precisaron: “Mayor tiempo de reacción para detectar y responder inesperadas maniobras de otros conductores; dificultad para mantener derecha la dirección; más lentitud para frenar y por ende menor distancia; dificultad para mantener una velocidad apropiada (en general, más lenta); no acatamiento de señales de tránsito (como pasar en rojo); reducción del campo de visión; y menor distancia con otros vehículos”.
Además, nombraron otras situaciones: “Inadaptabilidad a cambios en la corriente del tránsito; trabajo mental sobresaturado, que aumenta el estrés y la frustración; reduce la conciencia del conductor acerca de lo que ocurre alrededor de él; interrupción de la visión permanente del conductor”.
Desde Luchemos aclararon que “el peligro que genera esa distracción múltiple se agravará según la complejidad o importancia del asunto motivo de conversación o mensaje, su duración, su frecuencia o la situación del tráfico”, al igual que factores como “la edad (afecta más aún a los conductores muy jóvenes y a los de edad avanzada), el sexo (diversos estudios internacionales muestran que los hombres son más proclives al uso del celular en la conducción que las mujeres), conductores más jóvenes, conductores temerarios (que no usen cinturón o conduzcan bajo los efectos del alcohol)”.