A su criterio, el “único ajuste” que tendrán las tarifas “será por inflación”.
En declaraciones televisivas, Iguacel admitió que “aún quedan ajustes por hacer” en ambos servicios, y puntualizó: “Ahora están llegando las facturas de gas, que son duras”.
El ministro explicó que “tanto en el gas como en la electricidad, las facturas tienen tres componentes: el costo de la energía, el transporte y la distribución”.
“Transporte y distribución son contratos que se renegociaron en pesos, y se ajustan en pesos, por inflación”, puntualizó, por lo cual rechazó que el Gobierno haya “dolarizado” el costo de la energía.
Según indicó, “este Gobierno no es que haya dolarizado a la energía. En realidad, la hiperdolarizó el kirchnerismo, que nos hizo ser dependientes de la energía externa y llegamos a gastar 6.000 millones de dólares por año para importar”.
Iguacel expresó, además, que “en el caso del gas, gracias a la inversión que se está haciendo, tenemos la oportunidad de salir de la necesidad de importar. Solo en invierno vamos a tener que importar, y cada vez menos”.
“Esperamos entonces que el precio baje considerablemente. Y al bajar el precio de producción, esperamos una factura previsible que este verano y apuntamos a que en el invierno que viene,sea en pesos similar a la de este año”, enfatizó.
Por ese motivo, aseguró: “Después de dos años y medio de Gobierno, este año nos va a empezar a sobrar gas y vamos a poder exportar a Chile. Estuve en ese país hace pocos días y hablamos de ésto”.