Prevén la caída real del salario de hasta 8% con fuerte impacto en el consumo para lo que resta del año
Los salarios de los trabajadores argentinos y los haberes de las prestaciones sociales podrían caer hasta 8% en lo que resta del año, lo cual determinará un fuerte impacto en el consumo privado.
En el primer cuatrimestre del año, el consumo privado creció a buen ritmo y las ventas de bienes durables y turismo en el exterior batían récord mientras que el consumo masivo se recuperaba.
Sin embargo, el escenario cambió drásticamente en el bimestre comprendido entre mayo y junio ya que el salto cambiario aceleró la inflación, impulsó la tasa de interés y provocó desconfianza, lo que frenó bruscamente al consumo, indicó Ecolatina.
“El gasto en bienes durables y turismo emisivo, que trepaba a tasas chinas, pasó a caer fuertemente, y el consumo masivo volvió a descender”, agregó la consultora.
Las expectativas para el segundo semestre no son alentadoras: la pérdida de ingreso real de las familias (salarios, prestaciones sociales y empleo) más la elevada tasa de interés, generarán una contracción del consumo privado este semestre.
Además, Ecolatina espera una “significativa reducción” del consumo público para cumplir con las restrictivas metas fiscales acordadas por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por ello, el principal componente de la demanda interna presentará una caída significativa.
El salario real cayó 1% anual en el primer semestre principalmente por el salario del sector público (-2,3%).
Producto de la aceleración inflacionaria, esta tendencia se profundizará en la segunda mitad del año provocando pérdidas cercanas al 7% anual, lideradas por el sector público y, en menor medida, los trabajadores informales.
Asimismo, los haberes reales de las prestaciones sociales cayeron 2% anual en el primer semestre y caerían casi 8% anual en la segunda mitad del año.
¿Cuándo se produciría la recuperación del consumo? Según Ecolatina, si se logra estabilizar el mercado cambiario (supuesto fuerte en un año electoral) el repunte podría llegar en 2019 de la mano de la recuperación real del salario privado y las prestaciones sociales (por la desaceleración de la inflación), y la progresiva reducción de la tasa de interés.
Además, el Ejecutivo podría aportar estímulos crediticios (como los préstamos ARGENTA que no afectan el resultado fiscal primario, meta acordada con el FMI), para lograr el ansiado repunte del consumo privado, lo que por lo menos compensaría la caída del consumo público.