Luego de que el gobierno de María Eugenia Vidal cediera (tras décadas de reclamo del municipio) este espacio para que lo administrara la municipalidad, finalmente se dieron a conocer los lineamientos de la propuesta que pondrá en valor no sólo las 7 hectáreas comprendidas, sino también toda la zona que rodea al Puerto -hoy un reconocido polo gastronómico.
Enclavado en un entorno natural inigualable, con la Reserva Municipal Ribera Norte y el río como vecinos de lujo, el Puerto será un espacio destinado a esparcimiento, actividades deportivas, recreativas y culturales. Un pulmón que oxigenará el Bajo de San Isidro, en el que se privilegiará la circulación de peatones, bicicletas y cualquier transporte con “tracción a sangre”.
El anteproyecto interviene muy sutilmente la zona mediante la incorporación de la arquitectura de valor existente (como los areneros y la rambla) y la plantación de centenares de especies arbóreas nativas, lo que originará un corredor verde costero.
Así, se restaurará y pondrá en valor la rambla, actualmente en muy mal estado, y se transformará en un paseo de cara al río, con escalinatas que serán intervenidas para conformar gradas en diversos sectores, lo que generará una especie de anfiteatro contemplativo hacia el río. Estará conectada con el resto del parque por caminos que lo atravesarán transversalmente y se unirán con las diferentes áreas de usos.
Lugares para practicar skate, canchas deportivas, juegos infantiles, estaciones saludables y áreas de descanso se irán conectando con una levemente sinuosa ciclovía y bicisenda, que recorrerán todo el predio, entrelazando los diferentes sectores del parque.
Como si fuera una línea imaginaria, la ciclovía y bicisenda dividen un sector verde y de descanso para contemplar el agua desde las escalinatas, y otro espacio más cercano a la ciudad donde se desarrollarán las actividades recreativas, deportivas y culturales.
“Desde el año pasado venimos estudiando el área, comenzando con trabajos básicos como plantación de especies, nivelación, recupero de espacios públicos”, explicó el subsecretario de Planteamiento Urbano, arquitecto Diego Augusto. “Los trabajos realizados hasta el momento fueron auditados por estudios ambientales que avalan lo ejecutado”, agregó.
Con la plantación de más de 300 ejemplares arbóreos (muchas arbustivas y arbustos autóctonos), el Municipio le dará vida a un corredor verde que unirá el Puerto y la Reserva Ecológica Ribera Norte. Anacahuita, Chal Chal, Curupí, Sauce criollo y el atractivo Azota Caballos (de flores violetas) son algunas de las especies que atraerán una enorme variedad de aves que aterrizarán para comer frutos de estos árboles y recuperarán la fisonomía original de la zona.
“Son especies que originalmente estuvieron en el Río de la Plata. Este Parque Público reflejará el paisaje natural que había antes. Es una forma de cuidar nuestro patrimonio natural. Se trata de especies nativas que cultivamos en el vivero municipal de Ribera Norte”, puntualizó Bárbara Gasparri, directora de Ecología. Y aseguró: “Aves y mariposas reinarán el lugar”.
Durante el proceso de elaboración de este anteproyecto los vecinos realizaron sugerencias a través de la plataforma Si Propone; muchas de sus ideas fueron tenidas en cuenta.
Comenzó a escribirse una nueva historia en el Puerto de San Isidro. Fueron décadas de abandono de este predio provincial de siete hectáreas de superficie. El sueño de crear un Parque Público comenzó a hacerse realidad en 2017, cuando el municipio obtuvo la administración del Puerto.