La Conmebol decidió esta tarde suspender la revancha entre River y Boca, por la final de la Copa Libertadores, debido a la escalada de incidentes ocurridos en las afueras del estadio "Monumental", que provocaron lesiones en al menos dos jugadores del "Xeneize".
"Por culpa de pocos inadaptados que no entienden que el fútbol es diversión y paz, hay un pacto de caballeros entre los clubes que se desnaturalizó el juego y el otro no quisiera ganar en estas condiciones, el partido pasa para mañana a las 17:00", anunció el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
El dirigente paraguayo dijo que hubo "un pedido de ambos clubes" para no disputar el encuentro esta tarde, ya que "ninguno de los equipos estaba en condiciones de jugar".
"Hay tres médicos de Conmebol que hacen una evaluación cada 35 minutos. Hubo rasguños, gas y jugadores con lesiones", detalló Domínguez.
Consultado sobre por qué el encuentro no fue suspendido apenas ocurridos los incidentes, indicó que no se pudo "tomar una determinación inmediata, porque hay un protocolo, un procedimiento que cumplir".