La muerte de 114 personas en solo 24 horas marcó un récord en la evolución de pandemia en Brasil, principal socio comercial de la Argentina y mayor potencia económica de América Latina.
La escalada del brote se dio, además, en el marco de una profunda división en el gobierno.
Ayer estuvo a punto de ser expulsado el ministro de Salud, Luiz Mandetta, por sus diferencias de abordaje de la crisis sanitaria con el presidente Jair Bolsonaro.
En el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, las autoridades sostuvieron que el pico de contagio podría llegar en mayo y que la pandemia se debilitaría en setiembre.
Por ahora, el estado con más muertes del país es Sao Paulo, con 371, seguido por Río de Janeiro con 89, Pernambuco con 34, Ceará con 31 y Amazonas con 23.