Tras el primer encuentro del lunes, Infantino se sumó al encuentro para tratar de acercar las diferencias que había entre la mitad de las Federaciones miembro, entre las que estaba la Argentina.
Infantino se comprometió, dentro de dos días, a intentar garantizar la cesión de los jugadores por parte de los clubes, principalmente en Europa, para los viajes que se necesitan para jugar las Eliminatorias.
Argentina, junto a Paraguay, Uruguay, Brasil y Chile, respaldan el cumplimiento del calendario acordado con FIFA, que marca ventanas para octubre y noviembre, con dos fechas en cada una.
Como mínimo, pretenden que se respete la doble jornada de noviembre, porque caso contrario podría derivar en una modificación del formato de la competición, lo que también cambiaría el posible margen de error que tienen las Selecciones más importantes en la actualidad modalidad para llegar al Mundial, donde Sudamérica tiene cuatro plazas directas y una al repechaje con Oceanía.
Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela (estas dos últimas, al igual que Argentina, que todavía no iniciaron sus competencias locales), quieren la postergación para 2021, tal como ocurrió recientemente con Asia y Concacaf.
La propuesta que plantearon es que, en ese caso, se recuperen los partidos en fechas triples, en vez de dobles, o que la FIFA agregue otras ventanas internacionales en el calendario que anunció recientemente.El esquema de tres partidos por fecha tendría una complicación extra con los viajes, tiempos de descanso y nivel competitivo, si es que no se amplía la duración de días de las ventanas.
La última vez que las Eliminatorias sudamericanas no se jugaron con el formato de todos contra todos a dos ruedas de partidos, fue para el Mundial de Estados Unidos 1994
En aquel momento, la Selección argentina dirigida por Alfio Basile llegó con angustia al repechaje frente a Australia y logró la clasificación ajustada, serie en la que volvió a ponerse la camiseta albiceleste Diego Armando Maradona.
Las partes volverán a reunirse, vía videoconferencia, en 48 horas para intentar llegar a un acuerdo. (NA)