Así, en la conferencia de prensa que ofreció en La Plata, Kicillof salió al cruce de quienes protestan con manifestaciones y cacerolazos contra las nuevas medidas anunciadas por el presidente Alberto Fernández para enfrentar la nueva ola de coronavirus.
Kicillof dijo que “el sistema privado en la ciudad de Buenos Aires está saturado, no hay más camas. En la ciudad el 80% se atiende en el sistema privado, ya sea una prepaga o una obra social”.
“En el sistema público de CABA se atiende solo el 18% de los porteños”, señaló.
Por ello explicó que cuando hay pacientes que no hallan camas en el distrito porteño “vienen a la provincia de Buenos Aires, donde los atendemos generosamente y sin problemas”.
“Lo que les pedimos es que en medio de la pandemia que no se haga politiquería ni oportunismo”, reclamó.
Y en ese contexto desafió a que “vayan a hacerle esta oposición a Francia”, donde también hay cíclicamente restricciones y cierres.
“De repente crean una realidad que está tan distanciada de lo que pasa en los hospitales”, expresó, y entonces pidió que “aquellos que andan por Twitter o recorriendo con la cacerola que vayan a ver lo que pasa en los hospitales de la provincia o en donde creen se van a poder internar si tienen la enfermedad, que deseo que nadie la tenga”.
Entretanto, hubo protestas en algunos puntos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires contra las nuevas medidas.
Los manifestantes rechazaron restricciones a las actividades del comercio pero focalizaron la protesta en la suspensión de las clases presenciales.
Hubo madres y padres que llevaron a protestar a sus hijos, desde pequeños en edad de preescolar hasta chicos de nivel primario y adolescentes de secundario.
Algunos de esos padres permitieron y hasta estimularon a sus hijos (incluso de baja edad) a expresarse en medios de comunicación -por ejemplo televisivos- que cubrían las marchas. Hubo protestas frente a la Residencia de Olivos y en la Plaza Serrano de la ciudad de Buenos Aires, entre otros puntos.