El glaucoma es la principal causa de ceguera no recuperable en el mundo; entre un tres y un cinco por ciento de la población mundial lo padece y en la Argentina entre 1.5 a 2.5 millones de personas viven con esta afección.
Para detectar esta enfermedad ocular y concientizar sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento temprano, ayer, el Servicio de Oftalmología del Hospital Central de San Isidro realizó una campaña en la que controló la vista de más de 200 personas.
La jefa de Glaucoma del Hospital Central, Dominique Garrone, explicó que el glaucoma es causado por el aumento de la presión ocular por encima de los valores normales. Esto daña al nervio óptico, lo que ocasiona pérdida irreversible del campo visual. “Si no se atiende de inmediato el problema, provoca disminución de la visión y finalmente ceguera”, advirtió.
Esta enfermedad visual crónica e irreversible del nervio óptico constituye la segunda causa de ceguera en el mundo desarrollado y el 50 por ciento de las personas que lo padece no lo sabe. Sin embargo, si se detecta en etapas tempranas, se puede iniciar un tratamiento adecuado y tomar las medidas necesarias para mantener la visión lo mejor posible.
“El principal factor de riesgo para esta afección es la presión intraocular elevada, aunque también los adultos mayores, los diabéticos, hipertensos y los que tienen un familiar directo con glaucoma o han sufrido una lesión importante en los ojos. No suele dar síntomas hasta fases avanzadas, cuando el daño es significativo. Esto ocurre porque se produce una pérdida de visión lateral que el paciente no advierte”, precisó la especialista.
En relación a los controles de la campaña, Garrone contó que se tomó la presión intraocular y se vio el nervio óptico. “Son los dos pilares para hacer un diagnóstico precoz de glaucoma”, sostuvo.
Como resultado se detectaron algunos pacientes con presión alta o alteración en el nervio óptico, a quienes se les dio un turno para realizar un estudio más profundo. La oftalmóloga indicó que en los casos que requieren de un tratamiento ya sea tópico con medicación o quirúrgico, se hace lo antes posible para prevenir un daño mayor.
Los especialistas hicieron hincapié en la importancia de realizar un control anual con el oftalmólogo, ya que se vuelve clave para detectar la enfermedad tempranamente y poder implementar un tratamiento eficaz. En el caso de los pacientes con glaucoma se recomienda que se controlen varias veces al año.