El episodio, que se conoció hoy, se registró en la tarde del domingo 16 en el departamento del exfutbolista Cavallero (47), ubicado en el Barrio Islas Del Canal, de la localidad de Rincón de Milberg, Tigre, al norte del Gran Buenos Aires.
Fuentes policiales indicaron a Télam que, según declaró la víctima, dos hombres entraron a su vivienda sin forzar la puerta de ingreso y le sustrajeron 68 mil dólares, un reloj Rolex y las llaves de un vehículo marca Ferrari.
Además, los delincuentes forzaron la caja fuerte que se encontraba en el departamento sin lograr abrirla.
De las filmaciones de las cámaras de seguridad del edificio surgió que los dos delincuentes estacionaron un Renault Logan color gris afuera del barrio, al que ingresaron caminando, para luego retirarse de la misma manera.
Personal de la Estación de Policía de Tigre, junto al fiscal Jorge Noceti, quien subrogó ese día la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Rincón de Milberg, estableció la participación de la empleada doméstica del jugador, quien era la única persona fuera del círculo de allegados de Cavallero que tenía las llaves de la vivienda, dijeron los voceros.
Un vocero judicial precisó que esa empleada es cuñada del vigilador del barrio, a quien los delincuentes saludaron cuando se retiraron a pie del Islas del Canal sin ser identificados ni registrados en la planilla de ingresos y egresos de la guardia de seguridad.
A pedido del fiscal Noceti, la policía realizó tres allanamientos de urgencia en las localidades de Benavídez y Garín, donde fueron detenidos el vigilador y la empleada.
En el primer procedimiento, llevado a cabo en una casa de la calle Gorriti al 100, de Benavídez, fue detenido el vigilador Mauricio Andrés Rodríguez de Campo (30), quien inicialmente quedó imputado como presunto coautor del hecho, y a quien se le incautó su celular para ser peritado.
En otro de los allanamientos realizados en la calle Uruguay al 800, en Garín, fue detenida la empleada doméstica, identificada por la policía como Cristina Alejandra González (48), a quien también se le secuestró su celular y se la imputó como partícipe del hecho.
En tanto, por intermedio del rastreo satelital, se estableció que el vehículo utilizado por los dos hombres que entraron a la casa del exarquero se encontraba en la localidad de Moreno.
Al llegar allí, los investigadores se entrevistaron con una mujer de nacionalidad venezolana, quien le dijo que la pareja de una amiga le pidió alquilar un auto Renault Logan a cambio de 300 dólares.
La mujer declaró en la causa como testigo y se le incautó su teléfono celular para ser analizado, indicaron las fuentes.
La policía procuraba ahora dar con los dos ladrones –también de nacionalidad venezolana- que entraron al departamento del exarquero y quedaron registrados en las filmaciones de las cámaras de seguridad.
Al declarar ante el fiscal de la causa, la empleada González negó haber participado del hecho y sostuvo que dejó las llaves del departamento en la garita de seguridad, tal como le había solicitado Cavallero, quien al momento del robo estaba de viaje en la costa argentina.
Por su parte, el vigilador Rodríguez de Campo también negó su participación en el robo y reconoció que le pidió cinco mil pesos al exfutbolista ese mismo domingo porque "necesitaba plata", a lo que Cavallero accedió "porque tenía buena onda" con los de seguridad.
Al ser consultado sobre la razón por la cual no anotó en el libro de ingresos las dos personas que entraron al barrio, el acusado sostuvo que a quienes ingresan caminando "no se les toman los datos", añadieron las fuentes.
Tanto el vigilador como la empleada de Cavallero solicitaron mediante sus defensores ser excarcelados, aunque el requerimiento fue rechazado por el Juzgado de Garantías del Departamento Judicial de San Isidro.
En su denuncia, Cavallero indicó que un día antes del robo el vigilador ahora detenido le preguntó si había notado "algo raro" en su departamento, ya que su cuñada, la empleada doméstica, "andaba con mucha plata".
En un primer momento, al arquero no le llamó la atención el comentario y negó faltantes de su vivienda, aunque tras el robo aportó ese dato a los pesquisas.
Cavallero aseguró que nadie de su entorno tenía conocimiento del dinero en efectivo que poseía, que había retirado del banco para abonarle al arquitecto de una obra que lleva adelante.
Tras conocerse el hecho, la Asociación Vecinal Nordelta advirtió a los habitantes de la zona que "en las últimas semanas ha crecido una nueva modalidad delictiva" de "robos sin violencia, cuando no hay nadie en las viviendas" cometidos por delincuentes que "hacen inteligencia previa", por lo que solicitó a los integrantes de esa comunidad "estar atentos y ser precavidos con quien se comparte información personal".