El fallo de los camaristas Juan Eduardo Stepañiuc y Leonardo Gabriel Pitlevnik recayó sobre el imputado Adrián Jeremías Marcos (29), cuya excarcelación había sido apelada por el fiscal Pablo Menteguaiga, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Tigre.
De acuerdo con la resolución, a la que accedió Télam, la Cámara declaró "admisible" la apelación del fiscal y revocó la decisión del juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, quien había dispuesto que el acusado continuase el proceso penal excarcelado.
Para los camaristas, "se verifica la existencia de peligros procesales ", en virtud de la "pena que se espera como resultado del procedimiento".
Y destacaron "la existencia de peligro de entorpecimiento probatorio" dado que, según Macarena Bogado (28), la damnificada, "el imputado continúa hostigándola por medio de las redes sociales, por lo que teme que el nombrado continúe en libertad".
"También refirió que luego de su primera denuncia, el imputado también comenzó a contactarla por redes sociales, lo que implicó que retomara su relación y desistiera de la denuncia", añadió el juez Stepañiuc en su voto, al que adhirió Pitlevnik.
Para los jueces, esto conforma un "riesgo procesal suficiente", al tiempo que consideraron que "no es irrazonable sostener que el imputado en libertad habría de intentar influenciar la declaración de la denunciante para que cambien su versión de los hechos".
Según los camaristas, desde el punto de vista de las políticas de género y violencia, "la situación es de altísimo riesgo", ya que el imputado es la expareja de la víctima.
"Es por ello, justamente, que advierto que la medida de restricción impuesta por el juez de grado en el marco de la excarcelación concedida resulta deficiente para contrarrestar el riesgo merituado", sostuvo Stepañiuc.
Una fuente judicial explicó a Télam que a partir del fallo de la Cámara el mismo juez Díaz tiene que ordenar la detención de Marcos, quien está imputado de los delitos de "lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas y privación ilegal de la libertad".
Sin embargo, la misma fuente adelantó que la víctima aun sufre secuelas de un ojo, por lo que el fiscal analizaba pedir que se agrave la imputación a "lesiones graves".
El hecho ocurrió el 1 de mayo pasado en una casa ubicada en el cruce de las calles Juana Azurduy y Azopardo, de la localidad de Los Troncos, en el partido de Tigre, en el norte del Gran Buenos Aires.
La propia víctima, quien quedó con el ojo lleno de hematomas, contó la semana pasada a Télam que todo comenzó con una discusión, tras la cual Marcos "agarró un cuchillo, me pegó en el pecho y me llevó al cuarto".
Según denunció Macarena, seguidamente su expareja la golpeó en el ojo derecho, la insultó y la arrastró hasta que se detuvo al ver la herida que le había provocado en la cara.
"No me siguió pegando porque me vio el ojo hinchado. En ese momento empezó a pedirme perdón y a decirme ´por qué me hacés hacer esto´", sostuvo la víctima.
La mujer policía recordó que Marcos le sacó el teléfono celular "porque pensó que iba a llamar a alguien" y que, tras ello, intentó curarla y le colocó hielo en la zona del golpe para bajarle la hinchazón.
Pasada la 1 de la madrugada, Marcos se despertó y, al notar que la hinchazón en la cara de la mujer no bajaba, decidió ir a una farmacia para comprar un medicamento, lo que fue aprovechado por Bogado para llamar, con un celular que su expareja había dejado en la casa, a una compañera, a quien le dijo que, si a las 6 no tomaba el turno, envíe un móvil policial a la casa, lo que ocurrió y así se produjo la detención.