Las crónicas de la prensa brasileña reflejan que aquel día Traci "comandó desastrosamente el VAR" en el partido que Botafogo ganó por 3-2 en el estadio Beira-Río. En un procedimiento similar al de anoche en el Monumental, el encargado del VAR influyó sobre el árbitro para que cobrar un penal a favor de Inter y expulsara a un defensor del rival, decisiones que provocaron mucha polémica a pesar de la revisión de las imágenes.
Al día siguiente del partido en Porto Alegre, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) apartó a Traci de la designación del clásico entre San Pablo y Palmeiras y anunció la apertura de un expediente para "evaluar su desempeño técnico" en Inter-Botafogo.
Traci y su compatriota Braulio Machado (AVAR) fueron decisivos anoche para que el árbitro chileno Roberto Tobar revirtiera la sanción de un gol anotado por el delantero de River Matías Suárez a los 78 minutos cuando el partido con Vélez estaba igualado sin tantos.
Los brasileños lo advirtieron sobre una posible mano de Suárez, que incluso el chileno no estaba convencido de sancionar mientras revisaba la jugada una y otra vez frente al monitor y dialogaba con sus asistentes de cabina.
"Pega en la mano, sí. Mira que el delantero cabecea, pega en su brazo y cambia la dirección (de la pelota)", fue la última afirmación de Machado que hizo retroceder a Tobar en su decisión de convalidar el gol.
El árbitro volvió hacia al campo de juego, en su recorrido señaló su brazo izquierdo para indicar la infracción a los espectadores y marcó tiro libre en favor de Vélez, lo que dejó el resultado sin alteración y le permitió al visitante asegurar su clasificación a cuartos de final en los minutos finales.
Con ese gol de Suárez, River lograba el 1-0 necesario al menos para llevar la definición de la serie a los tiros desde el punto penal después de perder por ese mismo resultado en Liniers, una semana atrás.