Syngenta inauguró un espacio de biodiversidad en el Parque Natural La Lucila, en Vicente López
Ubicado en el Paseo del Viento del parque ribereño, busca traer las buenas prácticas del campo a la ciudad y promover un área de resguardo y alimentos para insectos polinizadores. El proyecto fue articulado en conjunto con el Municipio de Vicente López y con la colaboración de la Red de Innovación Social (RIL)
Syngenta inauguró un espacio de biodiversidad en el Paseo del Viento, ubicado en el Parque Natural La Lucila, en Vicente López. Además de ser un área de resguardo y fuente de alimentos para los insectos polinizadores beneficiosos para el ecosistema, el objetivo de este espacio es que sirva para conectar otros espacios de la ribera. Como parte de promover una agricultura regenerativa, la cual plantea la necesidad de producir alimentos de calidad junto con la de hacer un uso eficiente de los recursos y cuidar el ambiente, esta iniciativa es el primer paso para expandir las buenas prácticas agrícolas también en las ciudades.
Para este proyecto, Syngenta, una de las empresas líderes agrícolas del mundo que tiene como ambición mejorar la calidad y la seguridad de la agricultura a través del desarrollo de ciencia de clase mundial y soluciones innovadoras, se une al Municipio de Vicente López para promover la biodiversidad, uno de los tres grandes pilares que promueve la ciudad bonaerense, trabajado en conjunto con la Red de Innovación Social (RIL).
El espacio busca comprender los diferentes atributos biológicos y ecológicos de cada especie. La iniciativa se enmarca dentro del programa Paisajes Multifuncionales de Syngenta que, mediante la implementación de refugios de biodiversidad, tiene como objetivo promover e incrementar la presencia de polinizadores e insectos benéficos en diferentes espacios. De esta forma los insectos puedan circular de una zona a la otra, beneficiando así a toda la ciudad. Para ello, se utiliza flora nativa ribereña, que permite una rápida adaptación, regenerando así la biodiversidad local.
“Este proyecto es el primero de una iniciativa que, esperamos, se replique en el futuro sumando distintos espacios de biodiversidad en las ciudades. Es nuestra intención aportar los conocimientos que ya tenemos a través de nuestra alianza con Conicet y con universidades de varias provincias para aplicar a campo las metodologías en cada una de esas regiones y ahora, lo hacemos con el Municipio de Vicente López”, dijo Mariale Álvarez, directora de Asuntos Públicos, Sustentabilidad y Comunicaciones de Syngenta Latinoamérica Sur.
“Estamos impulsando este espacio con el objetivo de buscar una convivencia entre la naturaleza y la ciudad, que es algo que venimos proponiendo hace varios años. En Vicente López creemos en estas acciones, en trabajar en conjunto entre lo público y lo privado”, expresó la intendenta Soledad Martínez.
“La biodiversidad en las ciudades es una agenda que llegó para quedarse. Poder crear conexión entre la ciudadanía y las áreas verdes es una tendencia que, lejos de ser una moda, es una agenda necesaria y estratégica para todas las ciudades”, detalló Delfina Irazusta, directora ejecutiva de RIL. “Hoy somos testigos de cómo Vicente López junto a Syngenta lidera iniciativas como estas, integrando nodos de biodiversidad dentro del entramado urbano”, sumó.
Cómo es un refugio de biodiversidad
El espacio situado en el Parque Natural La Lucila, en Vicente López, está diseñado “para promover áreas de resguardo y alimentación para más insectos polinizadores en un área que, en esta primera etapa, abarca más de 1000m2. Más adelante, parte del espacio podrá usarse como aula a cielo abierto. Continuaremos desarrollándolo en conjunto”, explicó Guillermo Delgado, gerente de Negocios Responsables y Sustentables de Syngenta Latinoamérica Sur.
La iniciativa tiene como objetivo que los ciudadanos puedan “entender la importancia de contar con estos espacios de biodiversidad en las áreas urbanas y cómo se conectan entre sí, además de colaborar en el incremento de especies benéficas para el ecosistema. A la vez, ayudan a la reducción del carbono y permiten aprovechar la belleza del contacto directo con la naturaleza”, agregó.
El nuevo paisaje “se construye con combinaciones de árboles, arbustos y flores nativas de diferentes magnitudes, formas, comportamientos fenológicos e improntas visuales. A través de plantaciones de especies propias de la zona, que rodean un sendero de corteza de pino de 1,5 metros de ancho, propone un recorrido hacia un abra en la ribera que permite ver el río”, detalló por su parte el paisajista Fabio Márquez, a cargo del diseño del proyecto.