"A las empresas distribuidoras le repetimos que no van a obtener la tarifa que piden: van a obtener la tarifa que los usuarios puedan pagar en el actual contexto económico y social y que contribuya a la disminución del índice inflacionario. El ordenamiento tarifario no puede ir por un carril diferente que los demás precios", sostuvo el funcionario.
Martello se expresó así con referencia a las pretensiones tarifarias de ambas distribuidoras, en el marco de una audiencia pública que se realiza este lunes.
Además, afirmó que el interés del ENRE es "la economía real, en que las tarifas sean asequibles para los usuarios y que abonar el servicio no implique un esfuerzo excesivo, que las familias no deban resignar consumos básicos para pagar esas tarifas".
"Creemos que es extravagante pretender tarifas del primer mundo ofreciendo un servicio del tercer mundo. Resulta bizarro no poder gestionar y hacer funcionar un negocio sobre un mercado no competitivo, con usuarios cautivos y sin la opción de optar por un servicio alternativo", añadió.
Martello salió al cruce así de las declaraciones realizadas por Francesco Starace, CEO de la italiana Enel, que controla Edesur: ese ejecutivo había dicho que la Argentina tiene la regulación "más bizarra" del mundo.
Por su parte, el gerente de Planeamiento de Edenor, Federico Méndez, señaló en la audiencia que "los incrementos de los últimos años, especialmente en 2022 como producto de la quita de subsidios, incrementaron las facturas. Pero todo ese incremento tuvo como destino a la generación y a productores de gas".
Según datos de esa empresa, Edenor incrementó sus precios en un 8% durante el año pasado, mientras que las generadoras recibieron un incremento del 69% para los sectores residenciales de ingresos medios y bajos y del 285% para residenciales de mayores ingresos.
También, la compañía recibió incrementos del 31% en los últimos cuatro años, mientras que servicios como los de generación reciben tarifas actualizadas y dolarizadas.
"Esta situación no se puede sostener en el tiempo, necesitamos volver a una situación de equilibrio con adecuación de tarifas", se quejó Méndez.
El directivo insistió: "No es justo que tengamos un tratamiento tan distinto y con esta rentabilidad para accionistas que apuestan a invertir en el país. En comparación con el resto de la Argentina, en algunos provincias se paga hasta tres veces lo que paga un cliente de Edenor".
Esta empresa consideró necesario que el 80% de sus clientes residenciales pague una factura promedio de de $2.757 mensuales.
En tanto, el gerente de Regulación de Edesur, Jorge Lemos, señaló: "La zona con el PBI más alto del país es la que tiene la tarifa más baja que la que paga el resto de los argentinos, cuando la mayoría de nuestros usuarios no tiene problemas diferentes de sus pares de Mendoza, Chaco, Córdoba o Tucumán por ejemplo".
"El 50% de los usuarios residenciales de Edesur abonan una factura de menos de $1.800 incluidos los impuestos y el 18% de nuestros usuarios posee tarifa social", puntualizó.
A la vez, dijo que el ENRE "no desconoce el impacto de la inflación en los costos porque su presupuesto aumentó 190% en 2022 y en el presupuesto nacional para 2023 tiene previsto un aumento de 403%".
"La distribución eléctrica no recibe ningún tipo de asistencia pero nuestra empresa tiene que frotar aumentos de costos constantes lo que claramente es insostenible. Los ingresos deben ser suficientes para cubrir los costos operativos provenientes de tarifas o subsidios. Es imprescindible comenzar un proceso de Revisión Tarifaria Integral con un mecanismo de actualización", concluyó Lemos.