La comisión estará integrada por funcionarios de las áreas de Salud, Recursos Humanos, Legal y Técnica, representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales y tres concejales, quienes tendrán la tarea de definir si el municipio rompe con la obra social bonaerense.
La decisión de la comuna se basa en la desatención médica a trabajadores municipales, la demora en la entrega de medicamentos y prótesis, así como la autorización de tratamientos y estudios. También se menciona la reducida cartilla de prestadores médicos, clínicas, institutos de diagnósticos por imágenes y laboratorios. Todo esto sumado a la escasez de especialistas y la dificultad en la obtención de turnos.
La creación de esta comisión se da en un contexto de crecientes reclamos por parte de los afiliados de IOMA, quienes denuncian que la calidad de atención ha disminuido significativamente en los últimos meses. El municipio de San Isidro busca asegurarse de que los trabajadores municipales tengan acceso a una atención de calidad y no descarta la posibilidad de romper con IOMA si la situación no mejora.