En un giro inesperado en el mundo de la Fórmula 1, Max Verstappen, tres veces campeón mundial, se encuentra en una posición delicada que podría llevarlo a abandonar Red Bull. Este escenario se ha desarrollado a raíz de un conflicto interno entre dos figuras prominentes en la escudería, con la que Verstappen tiene un contrato hasta el 2028.
El conflicto interno en Red Bull tiene su origen en desacuerdos entre Helmut Marko, ex piloto y asesor de la escudería austríaca, y Christian Horner, el director del equipo del "Toro Rojo". Según informa el diario Mundo Deportivo, se ha gestado un "golpe de estado" por parte de Horner contra Marko.
Las diferencias radican en que Horner busca asumir el control de Alpha Tauri, la escudería satélite de Red Bull. Esto le permitiría influir en la elección de pilotos para futuros contratos, pero para lograr este objetivo, se ve en la necesidad de "remover a Marko", quien había sido el brazo derecho del fallecido Dietrich Mateschitz, fundador de la compañía.
Tras el fallecimiento de Mateschitz, Horner habría encontrado una oportunidad para enfrentar a Marko, aunque este último parece mantenerse firme en su posición dentro de la organización.
Oliver Minttzlaff, un importante inversor en la escudería austriaca, expresó su preocupación al afirmar: "Si Helmut (Marko) tuviera que abandonar, Max (Verstappen) también se marcharía".
La relación entre Verstappen y Marko es de larga data, ya que el piloto neerlandés se unió al programa de desarrollo de pilotos de Red Bull a la temprana edad de 16 años, cuando el actual tricampeón mundial aún competía en karts. La incertidumbre en torno a este conflicto interno plantea serias dudas sobre el futuro de Verstappen en Red Bull y su posible continuidad en el equipo.