Frente a cientos de vecinos de San Isidro manifestó: “San Isidro tiene todas las condiciones para poder compararnos con los mejores y hacer lo mejor. Voy a trabajar incansablemente para poner todas esas oportunidades al servicio de los vecinos”.
Agradeció “a todas las personas que acompañaron este proyecto. En primer lugar quiero agradecer a Dios. Agradezco también a mi familia y a mi mujer”.
Respecto a los resultados nacionales, dijo: “En un escenario complicado tenemos el mandato, el deber y la obligación de ser una llama en la Agentina y en la provincia de Buenos Aires. Vamos a redoblar el esfuerzo para lo que viene en la Argentina. No nos vamos a rendir. Vamos a trabajar incansablemente para recuperar la Provincia y recuperar este país”.
Prometió que quiere ser intendente “para promover lo bello, lo bueno y lo verdadero. No da todo lo mismo. El valor de la familia es parte de lo bello que tenemos que rescatar”, sostuvo.
Agregó otros valores que quiere reflejar en sus “cuatro u ocho años de gestión”. Entre ellos, “el servicio, la honestidad, la austeridad, la eficacia, la audacia y el coraje. No hay buenos gobernantes corruptos. Pido también a Dios sabiduría y justicia”.
Al terminar el discurso se despidió y partió al búnker de Patricia Bullrich.