La actividad de los aserraderos, principales proveedores del mercado interno, ha sufrido un drástico descenso del 40% en los últimos dos meses, según advirtió la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA). Esta situación amenaza con desencadenar "despidos masivos" en el sector.
FAIMA también alertó sobre el aumento en la importación de muebles durante enero de 2024, destacando incrementos de hasta el 191% en algunas partidas arancelarias en comparación con el año anterior. Estos factores, sumados a la disminución de la demanda, ya están teniendo impacto en las empresas locales, con reducciones en jornadas laborales, adelanto de vacaciones, suspensiones y la amenaza inminente de despidos masivos.
A pesar de la implementación del nuevo "Sistema Estadístico de Importaciones" (SEDI), las dificultades para importar insumos persisten. En cuanto al mercado externo, FAIMA reconoció cierta recuperación de competitividad debido a la devaluación, pero el rápido ritmo inflacionario ha generado un atraso en el tipo de cambio real que pone en riesgo las exportaciones foresto-industriales.
Según datos de la entidad empresaria, todos los sectores de la industria maderera, desde la fabricación de tableros hasta la carpintería en obra y la producción de muebles, han experimentado caídas de hasta un 25% interanual en enero. La cadena productiva de la madera involucra a unas 3.500 empresas, en su mayoría pymes, distribuidas en todo el territorio nacional.