El sector de alimentos y bebidas está atravesando una crisis significativa, con una caída en las ventas que ronda el 23%, de acuerdo a informes privados. La escalada de precios y la recesión económica están impactando fuertemente en el consumo de estos productos.
El rubro de bebidas es uno de los más afectados. Productos como las gaseosas y el agua mineral han mostrado incrementos sustanciales en las góndolas, lo que ha llevado a una notable disminución en sus ventas. Según un informe realizado por la consultora Nextbyn, que recopiló datos de más de 1.500 distribuidoras, casi todos los rubros de alimentos y bebidas han registrado caídas en sus ventas.
Entre enero y abril, las gaseosas de primeras marcas experimentaron una caída del 21% en su facturación, mientras que las de segundas marcas retrocedieron un 23%. De manera similar, la venta de cervezas disminuyó considerablemente, y el vino vio una reducción del 10%. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) informó una caída del 6,3% en el consumo de vino en comparación con el año anterior.
Los especialistas en consumo detectan cambios en los hábitos de los compradores, quienes están privilegiando cada vez más las promociones y ajustando el volumen de sus compras a un presupuesto más limitado. Este comportamiento refleja una adaptación constante a la disminución del poder adquisitivo.
Además, se observa una notable contracción en el uso de efectivo, con un crecimiento en los pagos a través de billeteras virtuales y tarjetas de crédito. Esta tendencia se refleja también en las ventas online, que no han sido inmunes a la caída general.
El panorama es preocupante para el sector empresarial, ya que estos indicadores muestran que el poder adquisitivo de los consumidores sigue disminuyendo mes a mes, profundizando la crisis en el sector de alimentos y bebidas.