El Gobierno está a punto de definir un incremento significativo en el precio de la energía mayorista, estimado en un 40%, lo que permitirá anticipar los aumentos en las tarifas de luz y gas que entrarán en vigor en junio. Según consultoras privadas, este ajuste tiene como objetivo principal reducir los subsidios en unos US$ 130 millones mensuales durante el invierno, acumulando un ahorro total de aproximadamente US$ 390 millones.
El incremento afectará uno de los tres componentes principales de las tarifas de energía: el precio de la energía mayorista, mientras que las tarifas de transporte y distribución permanecerán congeladas en junio, en un intento de mitigar el impacto de estos aumentos en los índices de inflación.
Un informe interno del sistema energético indica que mantener congelado el precio mayorista de la energía para el 65% de los hogares representaría un costo fiscal de US$ 650 millones mensuales durante junio, julio y agosto. El ministro de Economía, Luis Caputo, está enfocado en reducir estos gastos lo máximo posible.
Facturas de Gas con Fuertes Subas
Mientras se define este nuevo incremento, las facturas de gas con subas promedio del 380% que se autorizaron en abril ya están llegando a los hogares. Este aumento se debe a la actualización de tarifas para las empresas de distribución y transporte, servicios que habían quedado retrasados por el congelamiento tarifario del gobierno anterior.
El aumento se implementó justo antes del inicio del invierno, cuando el consumo de gas residencial se duplica, lo que ha aumentado aún más el costo final de las boletas debido tanto a mayores precios como al incremento en el consumo de gas.
El problema que el gobierno busca solucionar es que los hogares de ingresos medios (N3) actualmente pagan solo un 5% del costo de la electricidad y el 20% del gas, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet. La estrategia consiste en establecer un límite de consumo subsidiado para los usuarios de ingresos bajos, reducir los bloques de consumo con subsidios para los hogares de ingresos medios y eliminar subsidios para usuarios de altos ingresos (N1), comercios e industrias.
Actualmente, los hogares N1 pagan el 65% del costo de electricidad y el 51% del gas. Según el informe del IIEP, un hogar promedio en el AMBA sin subsidios gasta $118.825 mensuales para cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable, destinando casi $28.000 a electricidad, $41.000 a gas, $20.500 a agua y $29.000 a transporte.
