El juicio contra Martín del Río por el doble parricidio de sus padres en Vicente López comenzará el próximo 9 de diciembre de 2024 en el Tribunal en lo Criminal N° 7. El proceso se desarrollará ante un jurado popular y contará con 50 testigos. Entre ellos, la mucama Nina Aquino, quien estuvo detenida al inicio del caso como cómplice, será uno de los testimonios clave.
Según se informó hoy, Del Río llega al juicio imputado por doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma y por ser "criminis causae", conforme a los artículos 45 y 80 inc. 1, 2 y 7 del Código Penal.
El documento judicial detalla que el juicio se extenderá del 9 al 13 de diciembre, con jornadas dobles en las que declararán los 50 testigos. Hugo López Carribero, abogado de Nina Aquino, adelantó: "Mi clienta dirá todo lo que sabe, y su testimonio será clave para que Del Río sea condenado a prisión perpetua”.
Detalles del doble parricidio
Martín del Río es acusado del asesinato de sus padres, José Enrique del Río, de 75 años, y María Mercedes Alonso, de 72, ocurrido en agosto de 2022 en su casa de Vicente López. Inicialmente, la empleada doméstica Nina Aquino fue detenida bajo la sospecha de haber sido la entregadora, pero posteriormente fue sobreseída y la justicia ordenó la detención del hijo menor del matrimonio.
Del Río fue identificado como el "caminante encapuchado" que las cámaras de seguridad captaron el día del crimen. Según los fiscales, Del Río ingresó a la casa de sus padres por el garaje y ejecutó un plan premeditado. José Enrique del Río recibió disparos en la zona cervical derecha, intercostal izquierda y en el muslo izquierdo, mientras que María Mercedes Alonso fue baleada a menos de 50 centímetros de distancia, lo que le provocó la muerte inmediata.
El móvil del doble parricidio fue económico, según los fiscales. Se mencionó una frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas esperaban mudarse a un lujoso departamento en el edificio Chateau Libertador en el barrio porteño de Núñez, un negocio que Del Río nunca pudo concretar. También se estima que las víctimas estaban a punto de descubrir los desmanejos financieros de su hijo en los negocios familiares.