La automotriz alemana Volkswagen, con sede en Tigre, se encuentra en medio de un proceso de despidos que, según fuentes gremiales, ha afectado a 300 trabajadores. Esta situación ha sido denunciada por el grupo autodenominado "Trabajadores Despedidos de Volkswagen en Lucha por la Reincorporación", mientras la empresa mantiene una producción diaria de más de 400 unidades en su planta Pacheco.
Actualmente, la planta produce los modelos Amarok, la segunda pick-up más vendida, y la Taos, una SUV que lidera su segmento. Volkswagen se posiciona en el segundo lugar del ranking de marcas en ventas acumuladas, con 33.173 unidades hasta julio de 2024. A pesar de un leve repunte de ventas en el último mes, las cifras reflejan una caída interanual cercana al 20%.
Sin embargo, fuentes gremiales sostienen que la terminal alemana está atravesando un proceso de despidos encubiertos. Según los trabajadores, lo que comenzó como un plan de retiros voluntarios se ha convertido en despidos forzados para quienes decidieron mantener su empleo. "Este plan esconde el objetivo de incrementar las ganancias a costa de los trabajadores, ya que la empresa no puede aducir crisis alguna", denuncian.
El grupo de trabajadores también señala que los despidos han afectado a empleados con enfermedades oncológicas, problemas de salud causados por tareas repetitivas, y a aquellos que estaban a pocos años de la prejubilación después de más de 30 años de servicio.
En su declaración, los trabajadores despedidos aseguran que lucharán por sus reincorporaciones, denunciando que "no son descartables y que sus familias no pasarán hambre a costa de más ganancias empresariales".
A pesar de las recientes medidas de flexibilización de importación implementadas por la administración Milei, y las expectativas generadas en el sector, las terminales automotrices han continuado aplicando reducciones de producción, suspensiones y despidos de personal, además de la reducción de turnos.
