En un partido disputado en el estadio Tomás A. Ducó, Tigre se impuso con inteligencia y eficacia ante Huracán, cortándole el invicto y sumando tres puntos valiosos para alejarse aún más de la zona de descenso. El equipo dirigido por Sebastián Domínguez demostró estar bien preparado y aprovechó cada oportunidad para golpear a su rival en los momentos justos.
Desde el inicio, Tigre mostró un orden táctico impecable y un instinto letal para definir las jugadas. Huracán, impulsado por su buen momento en el torneo y el apoyo de su hinchada, intentó imponer condiciones, pero se encontró con una defensa visitante bien plantada que no dejó espacios para el ataque del Globo. Los dirigidos por Frank Kudelka se mostraron erráticos y carentes de precisión en sus ofensivas, un aspecto que Tigre no tardó en aprovechar.
El punto de inflexión del encuentro llegó tras un error en cadena de la defensa de Huracán. Lucas Carrizo, con un débil rechazo de cabeza, dejó la pelota a merced de Tigre, y Florián Monzón aprovechó la oportunidad para desbordar y asistir a Gonzalo Maroni, quien encontró a Armoa para abrir el marcador. Este gol fue un golpe anímico del que el local no pudo recuperarse.
A pesar de los cambios ofensivos de Kudelka, que buscó dinamismo con los ingresos de Wanchope Ábila y Eric Ramírez, Huracán se mostró cada vez más previsible y cayó en la desesperación. Tigre, por su parte, mantuvo la calma, esperó su momento y cerró el partido sin conceder espacios, demostrando por qué ha conseguido una ventaja de cuatro puntos sobre Central Córdoba en la tabla de promedios.
Con esta victoria, Tigre no solo se aleja de la zona roja, sino que también envía un mensaje claro: está dispuesto a luchar hasta el final para mantenerse en la máxima categoría. El equipo de Victoria demostró que sabe jugar con inteligencia, aprovechar los errores del rival y que tiene todo lo necesario para seguir sumando puntos en este torneo.