Paruzzo nació el 17 de agosto de 1954 en Roque Sáenz Peña, Chaco, y tuvo una destacada carrera deportiva. Comenzó en las inferiores de Rosario Central y luego pasó a Quilmes, donde formó parte del plantel campeón del torneo de Primera División en 1978. Después de un breve paso por Altos Hornos Zapla, en 1980 llegó a Tigre, el club donde se consagraría como leyenda.
Durante su paso por el equipo de Victoria, Paruzzo disputó 344 partidos y anotó 105 goles, convirtiéndose en el tercer máximo goleador de la historia del club, solo detrás de Juan Andrés Marvezy y Carlos Ariel Luna. Su debut con la camiseta de Tigre fue el 10 de febrero de 1980, en un partido contra Ferro Carril Oeste, donde también marcó su primer gol. A lo largo de su carrera en el club, se destacó por su gran remate de zurda y su capacidad para convertir goles desde cualquier posición.
Entre los momentos más memorables de su carrera, se encuentra el partido del 1 de agosto de 1981, en el que Paruzzo anotó cinco goles en la goleada de Tigre por 7 a 1 sobre Defensores de Belgrano, estableciendo un récord para la institución en la era profesional. Tras un breve paso por el Atlético Bucaramanga de Colombia, regresó a Tigre en 1982, donde continuó su racha goleadora y se consagró como el máximo artillero del equipo en seis oportunidades.
En 1988, Paruzzo alcanzó otro hito al anotar su gol número 100 con la camiseta de Tigre en un partido contra Estación Quequén. Su último tanto con el club lo convirtió el 29 de abril de 1989 frente a Temperley. Después de dejar Tigre, jugó una temporada en Almirante Brown antes de retirarse del fútbol profesional.
A lo largo de los años, Paruzzo también enfrentó desafíos fuera del campo. Enfrentó una enfermedad hepática que requirió un trasplante, permitiéndole vivir con cierta calidad de vida durante sus últimos años. En 2022, su impacto en la comunidad fue reconocido cuando fue nombrado Personalidad Destacada de San Fernando.
La Peña Edgardo Paruzzo, creada en su honor, refleja el cariño y respeto que los hinchas de Tigre le profesan. Hoy, su legado como futbolista y como persona queda grabado en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
El Club Atlético Tigre y toda la comunidad deportiva lamentan profundamente su partida y extienden sus condolencias a la familia y amigos de Edgardo Paruzzo. Su nombre permanecerá siempre ligado a la historia grande del club, recordado como un ídolo y un ejemplo de dedicación y amor por el deporte.
