El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, junto con el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, anunciaron un acuerdo entre la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno Nacional para agilizar la expulsión de delincuentes extranjeros, retomando medidas previas establecidas en el decreto 70/2017, implementado durante la gestión de Mauricio Macri y derogado en 2021. Este convenio fue firmado con el Ministerio del Interior y la Jefatura de Gabinete de la Nación, liderada por Guillermo Francos.
"Firmamos junto al Ministerio del Interior y la Jefatura de Gabinete de Nación un trámite exprés mucho más ordenado para la expulsión de los delincuentes extranjeros", afirmó Jorge Macri. Subrayó que Argentina siempre ha sido un país abierto para quienes buscan trabajar y contribuir al crecimiento nacional, pero enfatizó que "no vamos a tolerar que vengan a delinquir". El objetivo es expulsar de manera rápida a aquellos extranjeros que cometan delitos, evitando que el Estado tenga que hacerse cargo de su detención y cuidado.
El acuerdo permitirá que la Ciudad de Buenos Aires acceda a los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, lo que facilitará la consulta sobre las restricciones para el ingreso y permanencia de ciudadanos extranjeros en el país. Por su parte, el gobierno de la Ciudad se compromete a notificar sobre los sumarios policiales de personas extranjeras que sean arrestadas por actos delictivos.
Este convenio marca un retorno al espíritu del decreto 70/2017, que ampliaba las herramientas para deportar a ciudadanos extranjeros con antecedentes penales mediante un trámite acelerado. Dicho decreto, firmado por Mauricio Macri, había sido derogado en 2021 por el gobierno de Alberto Fernández, lo que generó críticas por parte de sectores que consideraban necesario mantener un control más estricto sobre quienes ingresaban al país. La normativa permitía, además, bloquear el ingreso de extranjeros que ocultaran información sobre sus antecedentes penales y facilitar su expulsión.