26.09.2024 - 16:26 | Economía

La pobreza alcanzó al 52,9% de la población en el primer semestre de 2024, según el Indec

El Indec informó que la pobreza en Argentina alcanzó al 52,9% de la población en los primeros seis meses de 2024, afectando a casi 25 millones de personas. La indigencia también mostró un incremento, llegando al 18,1%.

La pobreza alcanzó al 52,9% de la población en el primer semestre de 2024, según el Indec

El índice de pobreza en Argentina alcanzó el 52,9% durante el primer semestre de 2024, afectando a aproximadamente 24,9 millones de personas, según un informe del Indec. Este incremento representa una suba de 11,2 puntos porcentuales respecto del cierre de 2023, cuando la pobreza se situaba en el 41,7%, y un aumento de 12,8 puntos frente al mismo período de 2023, cuando era del 40,1%. Es el nivel de pobreza más alto registrado desde 2003.


En cuanto a la indigencia, el 18,1% de la población no puede cubrir sus necesidades alimentarias básicas, lo que significa que unos 8,5 millones de personas viven en condiciones extremas. Este dato refleja una suba marcada respecto al semestre anterior, cuando la indigencia era del 12%, y al mismo período del año pasado, cuando se ubicaba en el 9,3%.


La situación se agrava con el aumento de personas que no logran cubrir el costo de la canasta básica total de alimentos y servicios. En comparación con el año pasado, 6,2 millones de personas más cayeron por debajo de esta línea de pobreza, mientras que la indigencia afectó a 4,2 millones adicionales.


El reporte del Indec también analiza la brecha de pobreza e indigencia, indicando la distancia en términos de ingresos que separa a las familias de poder superar esta situación. En el primer semestre de 2024, un hogar pobre tuvo ingresos 42,6% por debajo de lo necesario para salir de la pobreza, lo que representa una diferencia de más de $300.000. En el caso de los hogares indigentes, la brecha fue del 33,4%, requiriendo un promedio de $116.000 adicionales para alcanzar la canasta alimentaria.


El informe destaca también el impacto de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo durante los primeros meses del año. Aunque hubo una leve desaceleración en el aumento de precios a partir de mayo, la inflación acumulada y la recesión económica deterioraron significativamente el mercado laboral. La desocupación alcanzó el 7,7% en el primer trimestre y el 7,6% en el segundo, lo que significa un aumento de 336.000 personas sin trabajo en comparación con el mismo período del año anterior.


Además, se reportó una caída en la cantidad de trabajadores registrados, con una disminución de 60.400 empleos formales, mientras que el empleo informal creció en 328.300 personas, lo que refleja un deterioro en la calidad del empleo.


El 2023 había finalizado con una tasa de pobreza del 41,7%, equivalente a 19,4 millones de personas que no lograban cubrir la canasta básica total. A pesar de los esfuerzos del gobierno, como el aumento en las transferencias de la AUH y la Tarjeta Alimentar, la pobreza y la indigencia continuaron en ascenso debido a la insuficiencia de estas políticas para enfrentar la magnitud de la crisis social.