La Agencia Gubernamental de Control (AGC) dispuso la clausura del estadio Monumental luego del despliegue de bengalas y fuegos artificiales por parte de los hinchas de River Plate en el recibimiento al equipo en el partido de vuelta ante Atlético Mineiro por las semifinales de la Copa Libertadores.
Durante un operativo realizado en el estadio, la Policía de la Ciudad y la AGC hallaron pirotecnia en un baño adaptado para personas con discapacidad. Aunque el uso de pirotecnia estaba autorizado por el Comité de Fútbol en un sector específico del estadio y bajo la supervisión de técnicos de una empresa especializada, esta medida no fue respetada, y se lanzaron fuegos y bengalas en múltiples áreas del estadio.
A partir de la clausura, la Justicia evaluará la gravedad de la infracción y las posibles sanciones, mientras que el levantamiento de la clausura deberá ser gestionado ante un controlador de faltas de la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad. En la causa, además, interviene el Ministerio Público Fiscal.
Por otra parte, River Plate podría recibir una sanción adicional por parte de la Conmebol debido al incumplimiento de las normas de seguridad.
El incidente con la pirotecnia tuvo lugar durante el recibimiento de los hinchas al equipo de River antes de que comenzara el partido frente a Atlético Mineiro. En el encuentro, que finalizó 0-0, River no logró revertir el 3-0 sufrido en el partido de ida, quedando así fuera de la final de la Copa Libertadores. De haber pasado de ronda, el Monumental era uno de los estadios considerados para ser sede de la gran final.
El operativo policial previo al partido incluyó controles en los anillos de acceso al estadio, y resultó en la detención de 12 personas, la captura de un prófugo de la Justicia, y el registro de 317 contravenciones.
En la final de la Copa Libertadores, Atlético Mineiro, dirigido por el argentino Gabriel Milito, enfrentará al vencedor de la serie entre Botafogo (Brasil) y Peñarol (Uruguay).
