El 18 de diciembre de 2022, la Selección argentina grabó su nombre en la historia al conquistar su tercer campeonato mundial. Liderada por Lionel Scaloni en el banco y por un deslumbrante Lionel Messi en la cancha, Argentina se consagró tras derrotar a Francia en una final que muchos califican como la mejor de todos los tiempos.
El escenario del triunfo fue el imponente Estadio Icónico de Lusail, con más de 88.000 espectadores presentes y millones de argentinos vibrando desde cada rincón del país. La victoria significó el fin de una larga espera de 36 años desde el título de México 1986, logrando así la ansiada tercera estrella.
Una preparación que alimentaba sueños
El camino hacia Qatar 2022 estuvo marcado por hitos importantes. Tras una década de incertidumbres en la Selección, la llegada de Lionel Scaloni al mando en 2018 trajo estabilidad y un proyecto renovado.
Bajo su conducción, el equipo logró cortar una racha de 28 años sin títulos al conquistar la Copa América 2021, superando a Brasil en el Maracaná. Más tarde, en junio de 2022, la Finalissima frente a Italia confirmó el excelente nivel del plantel.
El invicto de 36 partidos, que posicionaba a Argentina como uno de los favoritos, no hacía más que incrementar la ilusión de los hinchas antes del torneo.
Un debut inesperado y la recuperación
La fase de grupos comenzó con un golpe inesperado: una derrota 2-1 frente a Arabia Saudita que dejó a la Selección en una situación comprometida. Sin margen de error, el equipo tuvo que reaccionar rápidamente.
En el segundo partido, un golazo de Lionel Messi, desde fuera del área, destrabó un encuentro complicado ante México. Más tarde, un remate de Enzo Fernández sentenció el 2-0 y devolvió la confianza al equipo.
En el cierre del grupo, la Argentina mostró su mejor versión frente a Polonia, ganando 2-0 con goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, asegurando así el primer puesto.
El Dibu y su primera gran aparición ante Australia
En octavos de final, el rival fue Australia. La Selección dominó buena parte del encuentro con goles de Messi y Álvarez, pero un gol en contra de Lisandro Martínez complicó el cierre del partido.
En los últimos instantes, cuando parecía que el empate estaba al alcance de los australianos, apareció el Dibu Martínez con una atajada milagrosa, consolidando la clasificación a los cuartos de final.
La tensión máxima frente a Países Bajos
El partido de cuartos de final contra Países Bajos quedará en la memoria por su intensidad. Nahuel Molina abrió el marcador tras una brillante asistencia de Messi, quien luego amplió la ventaja desde el punto penal.
Sin embargo, los neerlandeses remontaron en los minutos finales con dos goles de Wout Weghorst, llevando el encuentro al tiempo extra.
En los penales, el Dibu Martínez se convirtió en héroe al atajar dos disparos. La Argentina avanzaba a semifinales con el corazón en la mano.
Croacia, una semifinal sin sobresaltos
En semifinales, el rival fue Croacia, verdugo de la Argentina en el Mundial 2018. Con una actuación contundente, el equipo albiceleste se impuso 3-0 gracias a un gol de Messi de penal y un doblete de Julián Álvarez, quien completó una gran jugada individual en uno de sus tantos.
La victoria no solo aseguró el pase a la final, sino que también confirmó el extraordinario nivel del equipo y su ambición de alcanzar la gloria.
La mejor final de la historia
El 18 de diciembre, Argentina y Francia ofrecieron un espectáculo inolvidable en la final. El equipo de Scaloni se adelantó 2-0 en el primer tiempo con goles de Messi de penal y un tanto de Di María, quien brilló en una actuación memorable.
Sin embargo, Kylian Mbappé empató el marcador con un doblete en apenas dos minutos, llevando el partido al tiempo extra. Allí, Messi volvió a poner en ventaja a la Argentina, pero otro penal convertido por Mbappé selló el 3-3.
En el último minuto del alargue, el Dibu Martínez realizó una atajada histórica ante Kolo Muani, evitando lo que pudo haber sido la victoria de Francia.
La definición llegó a los penales, donde el Dibu Martínez se lució nuevamente. Los argentinos ejecutaron de manera impecable, y el penal convertido por Gonzalo Montiel desató la euforia.
El impacto del título
El título en Qatar no solo significó la obtención de la tercera estrella para la camiseta argentina, sino también el consagrar a Lionel Messi como uno de los mejores jugadores de la historia. La imagen del capitán levantando el trofeo se convirtió en un símbolo eterno para el fútbol mundial.
Además, figuras como Julián Álvarez, Enzo Fernández, Ángel Di María y el Dibu Martínez consolidaron su lugar como ídolos nacionales. La victoria unió al país en un festejo masivo que llenó las calles de millones de personas, mostrando que el fútbol sigue siendo una pasión inigualable para los argentinos.