La vivienda donde el avión privado se estrelló tras despistar del Aeropuerto Internacional de San Fernando, causando la muerte del piloto y el copiloto, será demolida este jueves debido al peligro inminente de derrumbe.
Según informaron las autoridades, el impacto generó grietas severas en la estructura de la casa, lo que compromete su estabilidad. Por este motivo, se ha dispuesto una demolición segura para evitar riesgos mayores.
Durante la noche y madrugada, se montó una custodia en la zona para prevenir incidentes relacionados con el avión siniestrado y la vivienda afectada.
En cuanto a los residentes, Narcisa, la dueña de la casa, relató cómo vivió el accidente: “Dios es grande, sino estábamos todos muertos adentro”. Explicó que el avión impactó primero contra un árbol, lo que disminuyó su velocidad antes de colisionar con la vivienda.
Ante la emergencia, Narcisa tuvo que romper una parte trasera de la casa para evacuar a su hija y nietos. “Estoy bien, gracias a Dios estoy fuerte”, expresó. Además, destacó que antes de la demolición, le permitieron retirar documentación y ropa.
Mientras tanto, los miembros de la familia fueron asistidos de manera inmediata y alojados en una sociedad de fomento cercana.
Paralelamente, las pericias continúan para determinar si el accidente fue producto de una falla humana o un desperfecto técnico en la aeronave.