El Gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, busca cerrar un nuevo acuerdo con el FMI que, según el ministro de Economía Luis Caputo, podría implicar desembolsos por US$ 20.000 millones. Sin embargo, desde el organismo advierten que el financiamiento estará sujeto a condiciones clave.
El exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, calificó la negociación como una “buena noticia”, aunque remarcó que el Fondo no aprobará los desembolsos sin una flexibilización cambiaria y una estrategia clara para levantar el cepo.
Según detalló Werner, Argentina debe afrontar pagos al FMI por US$ 15.000 millones en los próximos tres años, lo que hace fundamental la reestructuración del programa. Explicó que los fondos podrían distribuirse en 2025, 2026 y 2027, dejando US$ 5.000 millones de libre disponibilidad, o bien concentrarse en 2025 y 2026, lo que permitiría contar con hasta US$ 12.000 millones en un período más corto.
El economista también advirtió que la estructura del programa será clave para determinar el impacto de los desembolsos. En este sentido, sostuvo que un crédito stand-by con pagos escalonados podría dar margen para levantar las restricciones cambiarias.
Asimismo, subrayó que el acuerdo con el FMI deberá incluir reglas claras sobre la intervención en el mercado cambiario y la política monetaria. Explicó que la flexibilización del tipo de cambio no necesariamente debe aplicarse de inmediato, pero advirtió que podría ser un requisito en futuras revisiones del programa, hacia finales de 2025 o principios de 2026.